Mary Shelley
Imagina un confinamiento provocado por un volcán que libera toneladas de azufre a la atmósfera y provoca una gran nube tóxica que sume al mundo en la oscuridad más absoluta. El año 1816 ha pasado a la historia como “el año sin verano”, ya que la erupción del volcán indonesio Tambora obligó al confinamiento de todos los habitantes del planeta. Es entonces cuando un grupo de amigos, entre los que se encontraba Mary Shelley, se confinaron en casa del poeta Lord Byron, quien propuso un concurso para pasar el rato: crear la mejor historia de terror jamás escrita. La ganadora de tal concurso fue Mary Shelley con su obra Frankenstein, la novela de un monstruo sin nombre.
Frankenstein, o el moderno Prometeo (1818) es la historia de un estudiante de medicina llamado Víctor Frankenstein que juega a ser dios obsesionado por lograr el mayor reto posible en el mundo científico: dar vida a un cuerpo muerto. A pesar de conseguirlo, su éxito se convertirá en su propia condena.
Mary Shelley (Londres, 1797-1851) fue la hija de dos pensadores progresistas que establecerán las bases de su vida y obra: su padre, William Godwin, un importante filósofo y político de la época, y su madre, Mary Wollstonecraft, una conocida pionera del movimiento feminista. En 1816, se casa con el poeta Percy B. Shelley, de quien adopta el apellido. Novelista, ensayista, dramaturga y biógrafa inglesa, Shelley logró el reconocimiento mundial con la obra gótica más terrorífica de todos los tiempos y una de las obras más famosas de la literatura occidental. Además, contribuyó de forma indudable a la profesionalización de la mujer escritora, a pesar de los numerosos intentos de la época por invisibilizarla por el simple hecho de ser mujer.